En una de mis últimas charlas de este verano tan estupendo que estoy pasando (de esas largas, largas) salió a la luz el tema de la mezcla rara de alegría y nostalgia que se siente al no tener que regresar al colegio este septiembre (¡por primera vez desde que puedo recordar!). El adquirir todos nuestro recién estrenado papel de antiguos alumnos y ser conscientes de ello (como grupo) por primera vez, llevaba de la mano el inevitable rosario de anécdotas y comentarios. Uno de los más repetidos fue sobre lo buenos o malos que habían sido los profesores. Eso me hizo pensar en mis mejores y peores profesores, y tras darle bastantes vueltas voy a compartir con vosotros los tres mejores profesores que he tenido (ahora vendría lo de: "ha sido una elección muy difícil, porque todos han hecho lo mejor que han podido bla bla bla..." Para mi estos han sido los mejores y no me ha costado mucho decidirlo). Así que en fin, aquí os dejo no una lista, sino una recopilación (dentro de ella no hay mejores y peores) de los que para mí han sido los tres profesores que mejor han sabido enseñarme. Para porteger su intimidad los llamaré por su mote, si lo tienen o si no, no tendré más remedio que usar sus nombres. Los que los que ya los conocen les reconocerán. Los que no, que se lo imaginen. A lo mejor dentro de poco hago una lista de los peores. O no.
Nombre: El moro
Asignatura: Lengua castellana y literatura, cursos 07-08 & 08-09
Nombre: Heidi, también Pikachu o Herre
Asignatura: Filosofía, cursos 07-08 & 08-09
Nombre: Mr. Ian
Asignatura: Economía en inglés, curso 07-08
En ésta recopilación no se han incluido, pero también podían haber estado grandes nombres como Lípido, Sarmiento, D. Paco, Berenguer, Yuki, Isidro Palacios, Matthews, Oso, Donda, Permanyer, LEM, y muchos otros sobre los que quizá escriba más tarde. Si no lo hago, ¡podeis esperar a mis memorias!
Pasad un buen resto del verano. Yo ya estoy preparándolo todo. Os mantendré informados.
¡¡Quiero leer más!!
Nombre: El moro
Asignatura: Lengua castellana y literatura, cursos 07-08 & 08-09
Uno de los profesores más eruditos del Colegio Retamar, supo hacernos ver, a través de su pasión por la lengua castellana y por la literatura, que era muy difícil apasionarse por estas cosas, y que por muy apasionado que sea el profesor, la asignatura puede ser igual de aburrida. Sólo consiguió que nos interesáramos (de forma artificial) a base de no aceptar lo mediocre. Por los pasillos del colegio circula una teoría para calcular de antemano la nota de sus exámenes: [(Nota que te esperas /2)+1]. Así sólo puede sacarse un 6 de nota máxima, lo que se aproxima bastante a la realidad. Además, gustaba de aterorizar a sus alunos el primer día desafiándoles a misiones imposibles:El 10 es Dios y Yo soy el 9. A ver si conseguís sacar un 8.A fuerza de hacernos estudiar como animales para llegar a un 5 (y de regalar a más de uno su primer suspenso) nos hizo fuertes frente a la lengua para poder derrotar cualquier examen, aparte de dar muchas clases magistrales sobre las más oscuras interpretaciones erótico-festivas de los poemas y regalarnos también una infinidad de frases que más tarde fueron célebres, regogidas en una antología de dos volúmenes por el siempre servicial Lucas Delclaux.
Nombre: Heidi, también Pikachu o Herre
Asignatura: Filosofía, cursos 07-08 & 08-09
A Heidi le recordaré siempre por darme una aproximación inicial bastante diferente a la que yo tenía sobre la filosofía. Un entusiasta de los sistemas de enseñanza democráticos, siempre incluía en clase algún debate que solía continuar con una discusión por los pasillos una vez acabada la clase. Mientras los demás alumnos se aprendían el cuadro de los presocráticos, nosotros nos preguntábamos sobre los límites de la ciencia o nos dábamos clases unos a otros sobre temas tan dispares como la moralidad de la publicidad subliminal o los sentimientos de los animales. A la vez que nos enseñaba cosas elevadas como a teorizar sobre el conocimiento, se pegaba al suelo y nos explicaba cómo se introducen las citas en un trabajo. Además era asiduo convocador de seminarios para cosas tan dispares como analizar un cuento de Chèjov o vernos hablar en un video sin sonido para comprobar la eficacia de nuestra expresión corporal. A su vez, una postura más cercana a los alumnos que a los profesores le acarreó más que un buen lío, siendo confidente de las angustias que produjimos al profesor de historia e incluso viviendo una revolución estudiantil en sus propias carnes. por otra parte fue lo más parecido a un counselor que tuve, siempre dispuesto a escuchar mis descabellados proyectos universitarios, y siendo también promotor de la revista "ALUMNI", en la que publiqué mis primeros artículos (¡y que no serán los últimos!)
Nombre: Mr. Ian
Asignatura: Economía en inglés, curso 07-08
Nueve alumnos del Bachillerato Internacional con ínfulas de catedráticos. Un profesor chino-australiano que no habla ni palabra de castellano. Un profesor ayudante que no se expresa bien en ningún idioma. Un libro de economía de 900 páginas. Suena bien, ¿verdad? Lo cierto es que tardó en llegar. Al principio la clase la impartía el profesor ayudante, hasta que un día, no pudo soportarlo más. Había estado sentado en la última fila nadie sabía cuanto tiempo. Como un espontáneo al tendido, salió a la pizarra y explicó en cinco minutos de forma clara lo que el otro había tardado en explicar media hora. El aspecto de chino perdido, el acento australiano y el desconcierto inicial hicieron su efecto. Nos reímos hasta reventar. Con el tiempo se ganó nuestro respeto, y nosotros el suyo al hacerle comprender que Madrid no era Hong-Kong y que NADIE se leía lo que mandaba, y menos hacíamos los deberes. Cuando comprendió esto, se dio por vencido y cambió su estrategia de enseñanza. Le recuerdo con cariño por haberme enseñado con infinita paciencia conceptos muy complicados ( y encima en ingles), por entregar los trabajos con más tinta roja que negra y por esperar ante el ordenador hasta altas horas de la madrugada ofreciéndonos su consejo cuando nos pegábamos esas panzadas de trabajo tan propias de los españoles. Su filosofía era: chicos, os recuerdo que mañana hay que entregar este trabajo de 5000 palabras. Se que no habeis empezado, y por eso os lo aplazo un día y me teneis en el ordenador para lo que querais. Me respondió algun e-mail a las 4 de la mañana. Aparte de eso, su carácter afable y su poca tolerancia al alcohol hacían de él un personaje entrañable a la vez que un profesor excelente.
En ésta recopilación no se han incluido, pero también podían haber estado grandes nombres como Lípido, Sarmiento, D. Paco, Berenguer, Yuki, Isidro Palacios, Matthews, Oso, Donda, Permanyer, LEM, y muchos otros sobre los que quizá escriba más tarde. Si no lo hago, ¡podeis esperar a mis memorias!
Pasad un buen resto del verano. Yo ya estoy preparándolo todo. Os mantendré informados.