El caso es que a este hombre le apasiona todo lo que sea picante. De hecho, suele llevar siempre una botellita de tabasco y lo toma solo como snack.
E
l domingo llamó a casa y nos dijo que había descubierto un restaurante en Brick Lane (el Banglatown del que ya os hablé, que queda a 10 minutos) donde servían Phall. Phall es el plato más picante de toda la cocina sudasiática, y, de hecho está prohibido que los restaurantes lo oferten en carta (algo así como los chanquetes, que sólo los preparan si lo pides). Así que emocionado perdido, con la chaqueta de tigre, nos
pide que vayamos con él a cenar a Brick Lane.
El restaurante era el que peor pinta tenía de toda la calle (y eso ya es mucho decir), pero en la puerta nos confirmaron que sí, que había phall y ya no hubo elección. Lo típico: pan de lentejas con chutneys variados, yo pollo al curry, Steve algo que no se pudo terminar porque picaba demasiado y Dynamitri "Chicken phall". Cuando lo pide el camarero le suelta: "eat at your own risk". Todo acompañado con naans y arroz por supuesto. cuando llegan los platos yo no sé porqué decido que me apetece probar el phall, y mojo un pequeño trozo de naan en su salsa. Me advierte de que va a ser demasiado y con el cuchillo le quito toda la salsa que puedo, luego me lo como. Como tragarse una avispa. Me deja la boca anestesiada para el resto de la cena. Steve no quiso probarlo.
Él parecía bastante satisfecho: "por fin algo que p
ique de verdad, porque yo he comido tanto picante que me he hecho inmune..." Si lo has probado es impresionante ver a un tío comerse es
o y seguir hablando como si nada. La conversación siguió, y de repente nos dimos cuenta de que el polaco hacía tiempo que había enmudecido. Lo miramos y lo v
emos con la cara roja, los ojos llenos de lágrimas, hacía tiempo que se había acabado su cerveza y estaba cominedo naan en grandes cantidades. A Steve y
a mi nos da un ataque de risa que nos impide ofrecerle ayuda. Cuando se nos pasa, pron
unció una frase memorable: "pedidme otra cerveza, que ahora no puedo hablar". Acabó muy perjudicado, pero muy contnto e haber encontrado un picante que le hubiera ganado. Aunque no se lo pudo terminar, se lo llevó en un "tupper" para comérselo otro dia. Ole, valiente. Podeis ver un par de fotos de cuando se estaba muriendo.
Lo que descubres cuando entras en contacto con el mundo de lo picante, y consumes sus productos a menudo, es que el curry pica en boca, pero el picor no acaba ahí. Pica en estómago, pica en intestino y juro que el momento de ir al baño es una batalla que te hace plantearte muy seriamente volver a introducir tal producto en tu interior. Pero el odio se pasa con el dolor, y en cuanto eres capaz de sentarte otra vez, ya has perdonado a toda la gastronomía sudasiática. Después de experimentar con muchas cosas, he descubierto un método secreto para que el picor no pase del estómago. Los espárragos. Si al volver te comes una lata de ocho espárragos, todo es fluidez y delicadeza. Son el antídoto perfecto. Lo voy a patentar.
Yo llevaba queriendo comer tortilla de patatas desde hacía un tiempo. Pero hay un problema. Con la sartén que tengo, la tortilla me sale para seis personas y no tengo tantos huevos ni tantas patatas para gastar en una tortilla que me durará años. En estas cavilaciones me hallaba cuando me acordé de la microsartén de los huevos fritos. Sí, esa que sirve para hacer un huevo frito redonito y perfecto para que quepa dentro de una hamburguesa. Así que decidí hacer mi microtortilla de patatas en mi microsartén. Lavé y corté dos patatas nuevas, un tercio de cebolla y lo puse a freir. Aquello desbordó, y omo la sartén no llena el círculo de calor de debajo, todo el aceita cayó directamente al "fuego" (que no es tal, es una placa de calor de esas precursoras de la vitrocerámica). A mí, ante el teror inminente de poder salir inmediatamente ardiendo (porque aquello hacía pchssssssss), no se me ocurre otra cosa que envolverme el dedo índice de la mano derecha en papel de cocina y frotar a ver si consigo limpiar aquello. Pensad bien: dedo envuelto en papel de cocina en contacto con aceite hirviendo y una placa a 300 grados. el papel se disolvió y yo empecé a gritar y pegar saltos en la cocina. La quemadura fue bastante buena, de esas que en media hora sale una ampolla horrible. Pero en ese instante por inspiración divina se me ocurrió ir corriendo al cuarto de baño y ponerme positón en el dedo. San Positón. Sólo tengo la zona de color rojo. No me duele, no hay ampolla. Nada. Viva el positón, recomiendo a todos que lo compreis. Vale para todo, pero para las escoceduras masculinas (Como pudieron comprobar Sierra y Motilla) es mágico.
La tortilla al final no salió mal del todo, sólo que puse demasiado huevo para poca patata y parecía una tortilla francesa un poco espesa, pero el segundo intento será mejor. Os dejo un par de fotos también para que veais el tamaño de la tortilla y cómo la sartén no cubría la placa de calor.
Lo último que queda ya por contar es que me fui con los catalans Josep y Enric (y con un griego amigo de ellos que se llama Savvas) a la Tate Modern a ver la Exposición de "pop life". NOs cobraron once librazas, pero mereció la pena. Warhol, Koons, Murakami... Lo mejor, la sala de arte explícitamente pornográfico de Jeff Koons. Había un tío en la puerta pidiendo DNIs! Obviamente es broma, la verdad es que era bastante difícil estar en esa sala más de dos minutos, pero el balance general de la exposición fue muy bueno.
Más cosas. El viernes pasado fui al estreno de SAW VI, para mí una de las mejores de la saga (sí, ya sé que en España la han censurado, pero no es peor que las otras cinco a mi parecer). En la puerta del cine pedían DNI (cara de horror de mis amigos "una vez más no por favor!") pero conseguí pasar porque el portero era espanis y entre compatriotas ya se sabe...
Y más. He descubierto que la iglesia de al lado de mi universidad es católica romana. Fui a misa alli este domigno por primera vez, y es normal sólo que se aprecian fuertes influencias inglesas en la colocación de los bancos, en que no paran de cantar himnos y en qu el cura se sube el púlpito para decir la hmilía. Pero me aseguré, y es católica romana. Ya no tengo que ir a Brompton los domingos. Hurra!!
Por último, una cosa que sólo pasa a unos pocos afortunados. Ir a ver una peli de terror con una chica y asustarte tú más que ella. Exorcismo en Connecticut. No la veais. Repito. No la veais. Confirmada real por el Vaticano. Mucho, mucho, mucho miedo.
Eso es todo por hoy! El sabado que viene es mi cumple!!! 18 por finnnnnnnnnnnnnnnnnnn
Besos y abrazos.
Ah, las fotos que hay al principo las he hecho en la semana. Una alegoría de los cafés en el canal que tanto me gustan, una perspectiva de mi casa y mi mesa de estudio cuando estaba haciendo un essay de esos horribles.