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martes, 16 de noviembre de 2010

Lo que se aprende en un taxi



Madrid. Estación de Atocha. Dos y media de la tarde. Un calor que derrite el asfalto, y como siempre, gran cola en la parada de taxis. Nosotros somos cinco, y tenemos que partirnos en dos taxis cuando finalmente nos llega el turno. Tres en uno y dos en otro. Me subo junto con dos más y le pido que siga al otro taxi. Se gira y me dice con acento raro que eso no puede ser. Estupendo, es moro. La llevamos buena. Le indico más o menos por donde tiene que ir, y nos sumimos en el mutismo del que lleva un viaje de 600km encima. Una declaración de la ministra de defensa en la radio me saca de mi letargo. Ha dicho que haremos todo lo que podamos para que los piratas somalíes sean ajusticiados. Ajusticiados. Se lo comento entre risas a Potita, y el taxista entra en acción. "No creo que haya dicho ajusticiados. Ha sido un error del micrófono. Soy partidario de ella y no permitiré que se rían de ella por un error que no ha cometido". Vale. Nunca me ha gustado nada el palique insulso que suelen dar los taxistas, pero como a éste se le ve a kilómetros que tiene ganas de pegar la hebra, le pregunto que de dónde es. "Adivina. Tienes veinte oportunidades". Cojonudo. En un par de preguntas me sitúo en que es un país cerca de Turquía y Rusia, y en un par de aciertos más (a pesar de que El Esclavo perdió intentos con un oportuno "¡Pennsilvania!") descubrimos que era iraní. "De donde los pistachos grandes, las alfombras y los gatos", decía. "El país con el peor gobierno del mundo". Y tiene razón. No sé si será el peor gobierno del mundo, pero sin duda está en el top ten. Para los que necesiten un refresco, Irán era un país occidentalizado bajo el dominio del despótico Sha de Persia Reza Pahlevi. Una revolución popular le expulsó del poder, colocando en su lugar a los islámicos más fundamentalistas encabezados por un viejo malvado llamado Ayatolah Jomeini. Donde había universidades llenas de chicas en minifalda, quedaron cárceles y chadores. E Irán pasó a aterrorizar al mundo con sus amenazas nucleares y su enemistad hacia Irak y el viejo amigo Sadam Hussein, que acabaron en una guerra de casi diez años entre ambos países.


En resumen, Irán es uno de los países peores del mundo peores para vivir hoy en día, y tuvimos la suerte de conocer de boca de alguien que lo había vivido lo que ocurrió en aquellos tiempos turbios de la Revolución Islámica, único caso en que un país se ha retrasado respecto a Occidente voluntariamente. "Yo fui uno de los que apoyó la Revolución en un principio", nos contaba, "pero después los americanos y los franceses pusieron a Jomeni en el poder. El Sha era un dictador, pero por lo menos estábamos con él cercanos a occidente. Con Jomeini fue la vuelta a la lapidación y las cabras. Fue peor el remedio de le enfermedad. Yo me ganaba la vida fabricando intercomunicadores para bebés, hasta que un día critiqué al gobierno por teléfono hablando con el que creía un amigo. A la semana siguiente me detuvieron y me llevaron a la peor cárcel del mundo, Evin. Estuve dos semanas incomunicado y con una venda en los ojos. Me dieron una paliza por intentar levantármela. He visto cosas que no se ven ni en las peores películas. No quiero hablar de ello. " Pero el caso es que consiguió salir de Irán. De camino a Canadá paró en España, y desde entonces vive aquí. El año que viene harán 25 años. "Sólo volví a Irán en una ocasión, con mi mujer española, para llevarme a mi hijo a España. Hasta que lo conseguí estuve dos años allí con ella, bajo las bombas de Sadam".

Una vida interesante, lo menos. Y he de decir que un trayecto perfecto. No hubo que explicarle ni una sola vez por dónde tenía que ir. Creo que ha sido la única conversación interesante que he tenido en un taxi. Un taxista persa, que opinaba que "para mí el toreo no tiene diferencia con la lapidación de una mujer en Irán. Ambos tienen siglos de tradición y se basan en el disfrute de ver sufrir a algo que piensa y siente". Pero eso ya es harina de otro costal.


Escribí esto al final del verano y se me olvido colgarlo... On a different topic, hoy me han enviado un mail los de Shell diciendo que he pasado al paso 3!! Parece que les gustó mi entrevista y quieren invitarme a un asessment centre... bien!


¡¡Quiero leer más!!

sábado, 13 de noviembre de 2010

Porqué odio las discotecas (escritor invitado: Charlie Brooker)


"Soy demasiado viejo para disfrutar de esto", pensé. Y entonces recordé que siempre he me he sentido de esta manera sobre las discotecas. Y me refiero a todos las discotecas - desde la más cursi en Leicester Square a las de baja gama. Ya las odiaba cuando tenía 19 años y yo las odio hoy. Simplemente no tengo que fingir más.

Estoy convencido de que a nadie realmente le gustan discotecas. Es una conspiración. Nos han dicho que es guay y divertido, que sólo a los "muermos" no les gusta. Y nadie en nuestra pequeña y patética burbuja temporal pre-apocalíptica quiere ser etiquetado como "aburrido" - es como ser declarado oficialmente de valor nulo por el Estado. Así que a forzar una sonrisa y salir de marcha, a ver qué pasa.

Las discotecas son despreciables. Carísimos y hacinados hornos de paredes pegajosas donde las últimas odas a la idiotez retumban en el aire a tanto volumen que no puedes mantener una conversación sino simplemente mugir sandeces, quizá con la ayuda de un megáfono. Y desde que se prohibió fumar, el aroma enmascarador de humo de cigarrillo ha sido sustituido por el dominante hedor de sudor de entrepierna y laca de pelo.

Los discotecas son tales mazmorras insoportables de la miseria, que los prisioneros tienen que tomar sustancias que alteran el estado de ánimo para que su terrible experiencia parezca medianamente tolerable. Esto les lleva a creer que "disfrutan" de la discoteca. En realidad no lo hacen. Nadie lo hace. Simplemente disfrutan de las drogas.

Las drogas le quitan toda la importancia al escenario. Chútate suficiente ketamina y podrías tener la mejor noche de tu vida en acuclillado en un cobertizo jugando con el papel de un caramelo. Y nadie va a cachearte a la entrada. ¿Por qué molestarse en ir a las discotecas?

"Hombre, siempre hay la oportunidad de echar un polvo", es la respuesta habitual. ¿En serio? Si esa es la única manera de encontrar una pareja - acicalándose y mariconeando por ahí como un animal desesperado - no deberías tratar de reproducirte en primer lugar. ¿Cuál es el siguiente truco? ¿Inventar el fuego? La gente como tú llevaría la civilización por el camino de vuelta. Eres un idiota, y más con ese corte de pelo con el que tratas de impresionar. Cualquier descendiente que finalmente consigas debería ser ahogado en una olla antes de que pueda hacer ningún daño. O abrir más discotecas.

Incluso si de alguna manera evitas la reproducción, ¿no es mucho trabajo para muy poca recompensa? Siete horas saltando en un infierno reverberante a cambio de compartir 64 febriles y jadeantes movimientos pélvicos con alguien que roncará y babeará en tu almohada hasta las 11 de la mañana, antes de despertar a tu lado con el pelo hecho una plasta, parpadeando como un gato mareado y con un olor que recuerda vagamente a una baguette de jamón. Realmente, ¿por qué molestarse? ¿Por qué no quedarte en casa dándote puñetazos en la cara? Invita a unos cuantos amigos a casa y pasároslo bien. Será más divertido que un discoteca.

Siempre que voy a un Club hay dos cosas que me impresionan: En primer lugar, todo el mundo ha gastado claramente demasiado tiempo perfeccionando su apariencia. Solía sentirme intimidado por gente como esta, y ahora los veo como balizas de inseguridad andantes, esclavos del juicio de otros, atrapados en un círculo vicioso de ansiedad por mantener su status. A mí todavía me encantaría ser como ellos, por supuesto, pero al menos estos días temporalmente puedo erigir un barniz de superioridad defensiva, desprecio. He progresado bastante.

La segunda cosa que me llamó la atención fue aterradora. Estaban todos haciéndose fotos. De hecho, eso es lo único que parecían estar haciendo. Iban por ahí con ropa cara, haciéndose fotos con teléfonos y cámaras. Una pose tras otra, como si necesitaran demostrar su propia existencia, allí mismo, en aquel momento. Fundamentalmente, esta parecía ser la razón por la que estaban allí en primer lugar. Había muy poco baile. Sólo sonrisitas y flashes.

Sin duda este es un nuevo nivel. Las discotecas siempre han sido insulsas y aburridas y horribles y blah - pero no recuerdo a los clubbers documentando cada uno de sus momentos antes. No en esta medida. Ya no es suficiente fingir que se está uno divirtiendo en la discoteca - tienes que fingir que te estás divirtiendo en tu galería de Flickr, y en las galerías de tus amigos de Flickr. Una exposición sin fin en la que un millón de imbéciles aterrorizados tratan de ser más cool que sus amigos.

Eso sí: ya que en tiempo de unos 20 años esta misma gente estará cubierta hasta la cintura de esqueletos, en un páramo árido post-nuclear, bailando hasta la muerte en una lucha por el último vaso de agua que queda, tal vez son sabios disfrutando de estos momentos sin preocupaciones antes de que se agoten. Incluso si sólo están fingiendo.




¡¡Quiero leer más!!

martes, 9 de noviembre de 2010

Standard Bank Interview Questions 2010

Standard Bank Telephone interview lasted for about 40 minutes, I was interviewing for the IB role in London and the questions they asked me were (in this order):

- What makes you stand up among other candidates to the IB internship?
- What are the steps you have taken in developing your career towards IB?
- Why do you want to do Investment Banking?
- Why did you apply to Standard Bank?
- When have you shown good communication skills? Can you put an example?
- What are the benefits you expect to gain by following an internship with us?
- What motivates you to succeed under pressure to deliver?
- What three adjectives will use your friends to describe you? Why? Can you show examples?
- Excluding technical ones, what abilities do you except to develop the most if you follow an internship with SB?

Hope this helps!

¡¡Quiero leer más!!

lunes, 8 de noviembre de 2010

Prácticas en Reino Unido/Londres: qué esperar...



Bueno, sí, hace mucho que no escribo pero de todas formas ¿qué mas da? Tampoco ha pasado nada interesante en mi vida hasta las últimas dos semanas. Resulta que la norma en este país (para los extranjeros que viven aquí también) es hacer las internships ( becariado, para entendernos) al terminar el segundo año de carrera. Para los que hacemos algo tan común como económicas, y que queremos trabajar en algo tan común como finanzas, no nos queda otra opción que ponernos a los pies de los Bancos de Inversión y las multinacionales, a ver si nos admiten como esclavos de verano. Y para quitarse competición, lo mejor es pedir plaza cuanto antes, cosa que yo empecé en septiembre y ya va dando sus resultados.

Los procesos de admisión de estas compañías son tan enrevesados que ni ellos mismos los entienden, pero constan generalmente de las siguientes partes:

1.- Una solicitud de plaza online, en la que generalmente hay un currículum y un cover letter en plan diciendo por qué quieres trabajar aquí y quién eres, y además unas cuantas redacciones sobre los temas más variados. La eterna duda entre los que voluntariamente nos sometemos al peor proceso burocrático desde hacerse el pasaporte es si realmente alguien se está leyendo toda esta bazofia que escribimos. ¿De verdad, señor banquero (o peor, señor de recursos humanos) le interesa lo que un estudiante de económicas con ínfulas de Gordon Gekko tenga que decir sobre los mercados emergentes africanos? Lo dudo mucho, pero no se puede solicitar plaza sin escribirlo todo, así que sacamos desde lo más profundo de la cabeza nuestras mejores tonterías y allí las ponemos.

2.- Los pocos afortunados que superen (por lo que sospecho, una cosa completamente aleatoria) la solicitud de plaza inicial serán invitados a una entrevista telefónica. En ésta se le puede preguntar a la pobre cobaya cualquier cosa que se le pase al entrevistados por la cabeza (Del estilo de: "¿qué te motiva a levantarte cada mañana?"), que dejarán al pobre entrevistado con un no se qué que queda balbuciendo, y cara de atontado.

De las tres compañías en las que yo he pedido plaza, dos me han invitado a una entrevista telefónica. Una de ellas era Shell, y la otra Standard Bank of South Africa (que por cierto es un pedazo de banco, aunque no os suene de nada); la de Standard Bank la he terminado hace veinte minutos. Tú les das tu teléfono y ellos te dan una cita y te llaman a esa hora, el de Shell me llamó desde Holanda y la de SB desde Londres. Aunque por algún extraño motivo la de SB me llamó al móvil, aunque yo no recuerdo habérselo dado. En fin...

La de Shell fue la primera, y por lo tanto la peor porque no sabía qué esperar. Aunque me preparé muy bien con la ayuda de algún que otro banquero de la City, no sabes que va a ser hasta que no estás allí hablando con el tío. Shell tenía que llamarme un martes a las 830 de la mañana. Me levanto un par de horas antes, me preparo muy bien las posibles preguntas que me pueden hacer, me pongo de punta en blanco (al parecer, se nota todo; por si acaso yo me puse chaqueta y corbata) y en el momento más inesperado suena el teléfono. Es él. Llama de Shell. Se llama algo ininteligible y me dice que ha perdido mi CV y que si puede llamarme el viernes. Por supuesto, si me puede dar sus detalles yo estaré encantado de mandárselo. Cuelgo y se lo mando. Ok, recibido, gracias, hablamos el viernes. Vaya, hombre.

Así que el viernes suena el teléfono de nuevo, yo ya levantado desde hace un par de horas y con una lata de Redbull entre pecho y espalda. Hola Olav, qué bueno hablar con usted otra vez. El tal Olav me cuenta que la entrevista durará unos 45 minutos y que sólo hay tres preguntas: Cuál ha sido mi mayor logro en la vida, Describir una situación en la que haya trabajado en grupo y finalmente un caso práctico. Así que allá voy yo explayando mi vida y milagros al pobre señor, que si violín, que si bachillerato internacional, que si se me dan bien las mates (por cierto, no lo he dicho, el papel para el que estaba entrevistando en Shell es una cosa muy interesante que se llama Commodity Trading). Hasta que llegamos al caso práctico. Me da a elegir entre cuatro opciones, y yo elijo "La importancia de los programas de desarrollo social en lso terrenos de extracción más desfavorecidos". Yo pensaba que a continuación me iba a contar un rollo muy largo sobre el tema, pero en lugar de ello va y me suelta: "Bueno, cuáles son tus opiniones sobre el tema?". Genial. El tío espera que yo le suelte aquí un discurso sobre un tema que no conozco. Piensa, Bosco, piensa. Así que rápidamente tomo unas notas y le voy soltando lo primero que se me pasa por la cabeza: importancia de crear trabajo, escolarización, incorporación de la población autóctona a la plantilla de trabajo, etc. Lanzándome a veces un poco a la aventura, por ejemplo, diciendo que "Los puntos más importantes son tres", cuando sólo has pensado uno y tienes que ir pensando los otros dos mientras le cuentas a Olav el primero. No puedo decir si lo hice bien o mal, sñolo que en vez de 45 minutos estuvimos hablando una hora y que todavía no me han dicho nada (pero en la página web sigue diciendo que estoy "seleccionado"). Todavía me queda por saber si pasaré al paso 3.

Los de Standard Bank me han llamado hoy. Yo (como imagino que vosotros tampoco) no sabía nada de ellos hasta que me fui con mi bici a la feria del empleo de Imperial College London (porque quería hablar con los de Shell, no por otra cosa) y me acerqué porque estaban repartiendo unos termos de café muy chulos. Como hubiera sido desconsiderado no hablar un poco con la señorita después de coger un termo (y además era guapa), me puse a preguntarles que qué hacían y tal. Resulta que son el banco más grande de Sudáfrica, y que están presentes en más de 30 países. Pero lo que más me gustó de ellos es que se centran en las finanzas de los mercados emergentes: Brasil, Uganda, India... por eso no oímos hablar de ellos, pero de verdad que son muy grandes y el trabajo que hacen me pareció muy motivante así que también pedí plaza en sus becas de verano. Cuando me he dado cuenta de que me estaban llamando al móvil en vez de al fijo, y he logrado articular un "buenos dí-- tardes, soy Bosco" me he encontrado con una señorita muy simpática que me ha hecho unas cuantas preguntas, típicas tópicas de entrevista, estilo: "¿Qué te haría destacar entre los demás becarios?", "¿Cuáles son los pasos que has tomado para desarrollar tu carrera en banca de Inversión?" "¿Porqué Banca de inversión, y porqué en Standard bank?" "Pon un ejemplo en el que hayas desarrollado tus habilidades comunicativas" "¿Cuáles son los beneficios que esperas obtener de trabajar con nosotros?" "¿Qué te motiva a conseguir tus metas bajo presión?" "¿Qué tres adjetivos utilizarían tus amigos para describirte?" o "Excluyendo las técnicas, ¿qué habilidades esperas desarrollar trabajando con nosotros?". La gan mayoría de éstas me las tenía preparadas, otras me pillaron un poco desprevenido, pero creo que al final lo hice bien. Ahora también a esperar a que me comuniquen si paso al paso tres.

3.- Assesment Centre (Centro de evaluación). De aquí no puedo hablar mucho ya que no he llegado todavía, pero si Dios quiere lo haré. Se trata de (Al más puro estilo "El método") reunir a los que han pasado los dos primeros pasos (no deberían ser más de 15) en una oficina o en un hotel durante un par de días, y encerrarlos con unos cuantos banqueros que les harán pasar por todo tipo de pruebas inimaginables. Lo bien que se lo tienen que pasar los banqueros estos días... viviendo 24 horas con unos tíos pudiendo hacerles creer que cualquier cosa que digan, o incluso hasta la frecuencia con la que van al baño puede afectar su contratación. Si llego a esta etapa, lo documentaré todo, no os preocupéis.

4.- Este es ya el último paso: obtener el trabajo y hacerlo bien durante los tres meses que te toca estar pringando. Si lo haces bien y les caes bien, seguramente te llamarán para otra beca el año que viene, y si ésta también la haces bien te contratarán como esclavo oficial a tiempo completo.

Así que sí, a eso es a lo que aspiramos algunos... una vez escrito parece una locura, pero el mundo laboral está un poco perjudicado después de lo mal que lo han hecho los que queremos que sean nuestros predecesores. Espero que esto último tenga sentido, en mi cabeza lo tiene. por lo demás, señores y señoritas de Madrid que lean esto, vengan, vengan a trabajar por aquí! me ofrezco a ayudar en lo que pueda en los horribles procesos al que se atreva a intentarlo.

¡Salud!


¡¡Quiero leer más!!
 

Descodificando a la Reina Mary Copyright © 2009 Bosco F. Alava