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viernes, 23 de octubre de 2009

Royal Opera House y tapeo cultural

Ayer estuve en la Royal Opera House. Tiene un sistema para estudiantes por el cual, si no consiguen llenar el teatro, ofrecen los sitios que quedan a diez libras. El precio normal de los sitios está entre 150 y 200 libras. No es un mal descuento, no. El caso es que antes de ayer me enviaron el email, gracias a Dios que estaba conectado cuando me llegó, porque es el pistoletazo de salida para una carrera de ratas. Los sitios volaban a ojos vista, pero fui rápido y pude hacerme con dos de los mejores (centrado, primer balcón, el sitio que ocuparía el Rey en el Teatro Real). Esa noche tocaba dos operetas (óperas cómicas de un sólo acto), de Ravel (L'Heure Spagnole) y de Puccini (Gianni Schicchi). Por los nombres ya se ve que la música será buena, pero si se le añade un montaje espectacular, unos cantantes buenísimos, una orquesta fenomenal y un ambiente muy, muy elegante (en plan las pelis, las señoras con vestido largo, los hombres con esmókin...) hicieron una noche genial. Las dos piezas me gustaron mucho, además hacían bastante gracia. La primera estuvo bien, pero la segunda fue magistral. Os dejo un vídeo de una de las arias más famosas de Gianni Schicchi.



Lo genial de la ROH de Londres es que no pasa como en el real, que la (mayoría de la) gente no tiene ni idea de lo que está viendo y aplauden a rabiar hasta al ballet nacional de Somalia. Aquí, si no ha estado bien, nadie va a aplaudir. Y nada de tropecientas mil caídas de telón. Una y gracias. Mucho aplauso tiene que haber para que haya dos. Y si ha habido dos caídas de telón en Londres, eso es garantía de calidad ya para cualquier otro sitio al que esa obra viaje. La primera obra tuvo una caída, y la segunda dos, incluido un aplauso al final del aria que os he dejado arriba que a mi me puso los pelos de punta. La soprano la bordó. Y como digo, bien la tuvo que bordr para que se le aplaudiera fuera de tiempo. Brillante.

Aparte de ese breve capricho, el resto de la semana ha sido de duro trabajo, porque ¡hay que entregar ya las primeras redacciones! Consisten en leer libros sobre un tema (sí, porque aquí para hablar sobre un tema te hacen leerte al menos tres opiniones diferentes, no en plan "Franco ganó la guerra y los malvados rojos fueron al infierno"). y luego hacer una evaluación sobre cuál te ha convencido más, etc. He estado toda la semana haciendo una (que he entregado hoy) y tengo otra para la semana que viene, y todavía me faltan dos libros por leer.

El domingo pasado 8 (y este domingo también iremos) me fui con el ilicitano de tapeo al mercado de Brick Lane, que hay infinitos puestos de comida, bastante barata y de todos los rincones del mundo, y fuimos probando de puesto en puesto. Comimos samosas, un bocata de hummus y verduras a la plancha, un plato de pollo tikka masala con arroz y de postre unos dulces pakistaníes de algo como frito con miel que era una delicia.

Otra pequeña distracción de la semana fue la fiesta de las palomitas que hicieron en el bar de la uni, era como una fiesta de la espuma peo en vez de espuma había grandes cañones que lanzaron 75 kilos de palomitas (que si piensas que ya estaban hechas 75 kg es una barbaridad) y fue muy divertido.

Ahora me voy con mis amigos a ver SAW VI y después Dios dirá.

¡Besos y abrazos!
¡¡Quiero leer más!!

sábado, 17 de octubre de 2009

El simulacro de incendios


Todo el mundo sabía que el día llegaría. Lo teníamos encima como una espada de Damocles, viviendo con la incertidumbre de que el día llegaría, y nos pillaría por sorpresa. Algo parecido a cuando se está en lo alto de la lanzadera, que no se llega a disfrutar del todo de la vista porque sabes que en cuanto te relajes un momento... CLAC! y para abajo que vas. Habéis adivinado a qué me refiero? Tenéis razón: el simulacro de incendios.

Así que el simulacro llegó en forma de jueves a las 7.30 de la mañana. Creo que ya he mencionado que el jueves es mi día libre, pero que no puedo dormir porque viene la señora de la limpieza, etc y que me tengo que levantar a as 8.30. Pues a las 7.30 comienza algo en mi dormitorio a hacer un ruido infernal, de ese que te medio despierta y se te mete en el sueño (yo estaba soñando algo y de repente en mi sueño aparecieron unos que me perseguían en un tractor que hacía un ruido que era el que en realidad estaba sonando fuera). Cuando me despierto del todo y me doy cuenta de que estaba sonando aquel trasto, y consciente de que mi vida podía peligrar (¿Quién dijo que era un simulacro y no había un fuego de verdad?) me levanté, me calcé como pude unos zapatos , me puse un abrigo, rescaté mi móvil y mi ordenador y busqué la salida de incendios. En la escalera me uní a un ejército de zombis que arrastraban los pies por la moqueta rezongando, hasta que en la salida unos tipos con chalecos amarillos nos indicaron dónde teníamos que ir a registrar nuestro nombre. Una vez te registras te empiezas a fijar en el resto de la gente, y tiene gracia, porque es como cazar a cada uno en su intimidad más absoluta, con pelujos, las chicas sin maquillar y algunos pijamas diseñados para no ser vistos jamás fuera de la propia intimidad. Estaba el típico que se había levantado pronto para estudiar y ya estaba vestido, también uno que le había pillado en medio de la ducha y estaba en albornoz (sin nada debajo), empapado y en la fría mañana inglesa. Después de la charla del "Fire master", (es obligatorio por ley hacer estos simulacros, etc, etc: había una idea no verbal flotando en el aire y era la aplicación inmediata de la ley de Lynch) cada uno subimos a nuestro cuarto y todos de vuelta a la cama, menos en nuestro piso que la limpiadora ya lo había puesto todo patas arriba. Tuve unas buenas risas escuchando como Star, el vecino de cuarto chino no entendía cómo es que la señora de la limpieza no limpiaba sus zapatos (hasta ahora no habia entendido porqué los dejaba fuera de su cuarto por las noches). Ella, negra, gorda, descarada de esas que salen en las películas, se iba cabreando cada vez más y Star no entendía nada y yo lloraba de la risa n mi cuarto escuchando detrás de la puerta.

Hasta aquí la entrada de hoy. Notaréis el cambio de tamaño...
Saludos!
¡¡Quiero leer más!!

miércoles, 14 de octubre de 2009

El alfabeto semanal


Se que lo dije. Se que iba a ser diario. Despues de que exactamente nueve personas me hayan dicho en un momento u otro que lleveba el blog retrasado, aquí teneis, va la nueva. Creo que la última vez que escribí fue el domingo pasado. Bien, lo que ha pasado esta semanana se resume en breve.

A) He conocido a dos españoles: Daniel, de Elche, que vive en la casa de al lado mía Daniel, de madrid, que hace exactamente la misma carrera que yo. Así, en la clase tenemos el bloque del este (que se habla en ruso todo el tiempo), dos ingleses y dos españoles. Genial.

B) Lo que levo de esta semana y la anterior se ha caracterizado por la búsqueda de una bici buena y barata que he realizado por todo Londres (sin resultado de momento)

C) El viernes no fui a la clase de jitsu porque he estado resfriado

D) He descubierto el paraíso del curry dos calles más abajo de la mía. Paseando con el ilicitano en busca de la bici, dimos con el barrio del curry. Consiste en dos o tres calles perpendiculares en los que cada local comercial es una tienda de curry o de dulces (de esos indios, que tienen unas bolas de colores que parecen hechas con mistol, y que les encanta que los dulces sean azules, naranjas, amarillos, rosas... cualquier color que consiga que los más antiguos instintos te digan que es venenoso). Cada año se organiza un concurso de currys en la calle y el que gana exhibe su placa orgulloso a la puerta: "mejor curry año 1987" hay uno que tiene el mejor desde 2006, todos los años hasta este. Habrá que ir.

E) Ya he ido a todas las clases que había (es decir, no hay ninguna nueva). Tengo que entregar dos trabajos de 1000 palabras cada uno dentro de dos semanas. para hacerlos tengo que leerme ocho libros. Todavía no he empezado.

F) Me he apuntado a la orquesta de la universidad: una orquesta de cámara muy mona. Yo, de ayudante de primer segundo violín (de los violines segundos, el que se sienta en primer atril a la derecha del principal). Estamos tocando un oratorio y tenemos el primer concierto dentro de dos semanas en una iglesia de Bank (que es donde está el Banco de Inglaterra). De momento hemos ensayado dos veces y no hemos conseguido que suene bien. El director es optimista.

G) El domingo fui a misa en Newman House, que es la casa de todos los estudiantes católicos de la universidad de Londres. Además de que tuve que levantarme a las 8 de la mañana para ir (porque era a las 9.30, la noche anterior me acosté a las tres) como venía el Arzobispo la misa duró hora y media. Pero estuvo muy bien, conocí mucha gente y pasé el resto del día en Londres con unos catalanes que encontré allí.

H) ¿He dicho ya que tengo un monton de trabajos que entregar y sin embargo estoy aquí escribiendo?

I) Esto buscando trabajo. He mandado curriculums a la oficina de servicios en el campus (a ver si puedo encargarme de la tienda de 6 a 8 o algo así: cerca de casa y bien pagado) y voy mañana con Steve a la oficina de empleo de la cadena "Pret a manger", que sirve sandwiches, y a lo mejor me apunto, no se.

J) Mañana no tengo clase, pero no puedo levantarme tarde porque la señora de la limpieza viene a limpiar mi cuarto puntualmente a las 8 de la mañana.

K) Compré un helado de ben and jerry's y lo he puesto en el congelador de mi micronevera y se ha derretido entero.

U) Me he hecho adicto a una cosa que venden en el súper que es un gran paquete de verdura fresca ya cortada para hacer en la sartén (que viene con un botecito de salsa de soja), salteada está buenísima.

V) He ido a un supermercado hindú que tengo al lado, donde venden toda clase de frutas, verduras y especias, la mayoría de las cuales no he visto en mi vida. No quise arriesgar y compré pimienta, curry y pimentón para poner en mis salteados de verduras. El pimentón venía en un paquete todo escrito en indio, y al examinarlo de cerca, en una esquinita pone "producto de España".

W) He descubierto que la biblioteca pone multas por retraso de 50 peniques LA HORA

X) Fue el cumpleaños de Eva y fuimos a cenar al Rainforest Cafe, que está decorado como una selva tropical y voy a llevar a Macarena cuanto antes. Después me expulsaron de dos pubs a los que fuimos (sin darme tiempo ni siquiera a pedir) y al final encontramos uno donde no me dijeron nada, pero claro, ya no me atreví a pedir una cerveza, a ver si me piden DNI y me expulsan otra vez. Quiero cumplir 18 YA.

Y) Durante esta semana he comprado ya todos mis libros de texto, y me he dejado 200 libras.

Z) Voy a empezar a llevarme el ordenador a clase para tomar apuntes. Lo que hace la gente es que graba la voz del profesor y mientras toma apuntes, está fenomenal pensado.

Y bueno, éste ha sido mi alfabeto de la semana. No pensaba terminarlo cuando lo he empezado... Ahora que ya me he puestom al día, a ver si consigo mantener el ritmo. Si veo que no, me limitaré a una entrada semanal. Eso es todo por el momento.
¡Sed felices! Las fotos de esta semana ya las subire en otro momento porque ahora tengo problemillas técnicos. Os dejo una de la clase de principles of economics.

Por cierto, ¿alguien se dio cuenta de la trampa?
¡¡Quiero leer más!!

domingo, 4 de octubre de 2009

Jitsu, o Full English

Una de las características de la fresher's week (que en realidad son dos semanas de fiestas y ponerse al día por igual, y que desgraciadamente acabó el viernes) es la Fresher's faire, o la feria de los nuevos. Se montó una gran carpa en el Library square de la universidad, y allí fueron representantes de todas las sociedades a intentar captar nuevos adeptos. Yo me apunté a tenis, orquesta (el primer ensayo es el martes, ya os contaré), económicas, políticas y...
Jiu-jitsu. La verdad es que fue idea de Walter, pero bueno, yo firmé la lista y ya. El caso es que a los dos días me llega un e-mail, diciendo que los entrenamientos son los martes y los viernes, de 7 a 9, que el primero es gratis y que los demás cuestan dos libras, y que esperan verme por allí pronto.

Pasa la semana, y llega el viernes.
El día en que eran las dos clases que me faltaban. Introducción a la política y matemáticas. La de introducción estuvo bien, nos reímos, etc. Luego llegó el momento de las matemáticas. Como ya os conté, los de economía y políticas teníamos un choque de horarios, ya que coincidían las asignaturas de mates e intro a la politica. Después de hablar con los catedráticos, etc, conseguimos que nos pusieran a nosotros una clase de mates aparte. Los viernes de 2 a 4. Así que en esa clase sólo iba a estar la gente de mi carrera, a la que todavía no había conocido. Después de la clase de políticas tuve una horita para comer (pasta al pesto, quise hacerla "al dente" y me quedó demasiado dura, pero no podía permitirme hacerla otra vez, así que me la comí tal cual estaba) y después me dirigí al edificio que nos habían asignado, el de derecho, cuarto G4. El tal G4 estaba en el sótano, no tenía ventanas. Allí ya conocí a mi clase. Aunque supuestamente somos unos 15, sólo habíamos ido 8. Y sólo había una chica. Los demás eran un tío de Lancashire que no se le entiende cuando habla (de lo cerrado del acento), un ruso, un tío de Azerbaiyán (ojo, repito: Azerbaiyán), un ucraniano, un checo y otro tío que no me acuerdo de donde era. El bloque del este se
sentaron juntos, y los del sur (la chica, Farha, es de Gales) en otro banco. la clase transcurrió sin más, conceptos muy simples, pero la
profesora los hacía enormemente complicados, y daba vueltas y vueltas al estilo Ruiz-Dana. A todo esto, el azerí (que se dice así, que lo he mirado) y el ruso intentaban liar a la profesora todavía más, haciéndole preguntas absurdas (y la pobre mujer entraba a todas y se rompía la cabeza intentándole poner ejemplos al ruso que se moría de la risa).

El viernes por la tarde, después de la clase y de cenar, me salta la alarmita del ordenador. "Clase se jiujitsu, a las 7. Sports hall". Como todos mis amigos ingleses se habían ido a sus casas, y yo no tenía nada más que hacer no se me ocurrió ninguna excusa moralmente aceptable para no ir. Así que allí me dirijo yo muy convencido, y me encuentro con otros "novatos" por el camino. Una vez llegamos allí nos reciben los alumnos expertos, todos con su kimono blanco, entre ellos el Señor Miyagi que nos había reclutado a mí y a Walter (que por cierto el tío pasó de venir a clase pero tenía excusa: había venido a verle su novia desde Austria). Llegamos nos ponen a montar el tatami, nos descalzamos, y del vestuario, entre vapores aparece un tío calvo con un kimono, y encima una especie de pantalones japoneses negros que a todas luces es el maestro, porque todos los alumnos expertos se sientan primero a la japonesa (encima de los pies) y después, frente al suelo. Yo traté de investigar si el tío
se llamaba Sensei, como en las películas, y sí, se llama así. Toda la magia se rompió cuando nos levan
tamos y el Sensei empieza a hablar con un acento cockney del doce, y entonces en vez de ver a un Sensei respetable ves a un inglés de provincias disfrazado de Sensei, hasta que el tío coge a uno de los alumnos aventajados y le hace una llave que lo deja en el suelo. Ahí vuelve a ser Sensei ya para toda la vida.

Después de un calentamiento y unas demostraciones del Sensei contra los alumnos aventajados nos lleg el turno. El Sensei pega un grito, deja lo que estás haciendo, reverencia, escucha lo que dice. Cuando trmina de hablar, reverencia y a trabajar. La primera lección es caerse. El Sensei nos explica que para no hacerse daño lo fundamental es antes de que el cuerpo toque el suelo, golpearlo primero con la palma de la mano ahuecada. Genial. A primera impresión no te lo crees, pero has visto a los alumnos experimentados volar por encima de la cabeza del Sensei y caer y levantarse sin más, así que si te dicen qu
e lo hagas lo haces. Estando de pie, tírate al suelo, sin más, y golpea el suelo con la mano ahuecada antes de caer para no hacerte daño. Los cojones. Te haces todo el daño del mundo. Será que lo he hecho mal. Después de diez caidas sin conseguir no hacerme daño, llamo a uno de los alumnos aventajados, y le hago una caída para que me diga qué es lo que hago mal. Lo hago. Me corrige la posición de ca
ída (para poder defenderte si te caes al suelo). Vale, pero lo de la mano ¿lo hago bien?. Sí, muy bien. Pues me hago daño igual. Ya te acostumbrarás. ¿Pero no se supone que el golpe este es para no hacerse daño? No, es para que si caes fuerte te rompas la muñeca en vez del hombro, que siempre es mejor. Cojonudo. Primer mito desclasificado. Te caes y te jodes. Te tiran y te jodes. Siempre te haces daño, pero te callas y te jodes. Hoy domingo me duele todo el cuerpo.

A continuación el Sensei nos enseña una serie de llaves bastante chulas, que luego hay que poner en práctica. Elegid a alguien de vuestro tamaño. Yo fui elegido. Un negro de 2 metros. Oh my god. Sabes que haces una llave bien cuando al otro le duele. Y no vale gritar. Hay que darle unos suaves golpes al compañero. Después de practicar mucho,
y de que mi compañero me hubiera machacado todas las articulaciones, se acaba
la clase. Hoy sigo muerto (y he dedicado el fin de semana a descansar).

El sábado me levante tarde, comí tranquilo y luego quedé con el viejo Asís, a cenar y ver una exposición en el Victoria & Albert. Hoy domingo he empezado lo que se convertirá en tradición. Steve y yo hemos hecho un Fry-up, o lo que es lo mismo un Full English breakfast, que sirve de desayuno y comida. He disfrutado como en mi vida. Os dejo unas fotos de la preparación y el resultado final. El resto del día lo he pasado yendo a la compra y haciendo la colada.

Saludos desde Londres! por cierto, desde que llegué sólo ha llovido una vez. Increíble verdad?



¡¡Quiero leer más!!

jueves, 1 de octubre de 2009

Aborto de planes


Mientras escribo esto, estoy esperando a que termine de hacerse el bacalao con verdura que voy a cenar. Voy a hacerlo con mi compañero de piso Marco, que a su vez está cocinando una especie de no-se-qué con pollo que más bien parece un vómito en la sarté, pero la verdad es que huele bien. Será un plato canadiense.

La verdad es que lo que he hecho hoy se resume en dos palabras: NA-DA. Ayer noche (en el país donde no falta el agua significa las 8.30) fuimos a jugar al guitar hero en el cuarto de Charlotte, y al final acabamos gastando bromas a la gente a través del telefonillo, que se oye altísimo. Era gracioso. pasa uno solitario por la calle y a través del telefonillo le gritas algo. Nos reímos mucho.

Hoy tenía planeado lo siguiente: dormir hasta muy tarde, levantarme y desayunar tranquilo, e ir a la oficina de admisiones para que me impriman la carta que prueba que soy un estudiante de la universidad, ya que la mía original la he perdido. Esta carta es importante, ya que la necesito para demostrar en el banco que soy un estudiante de la universidad, y que así me abran una cuenta de estudiante. En el país donde quemar la bandera no es delito pero hacerle un corte de mangas a la reina sí, son los bancos los que deciden si te admiten, en lugar de pelearse por ti y regalarte cosas para que les des tu dinero.

Llevo intentando abrir una cuenta dos semanas, y todavía no lo he conseguido. Ello unido a mis fallos de cálculo provocó que ayer me encontrara con nada más que cinco libras en el bolsillo para sobrevivir tres semanas (que es lo que tarda la cuenta en abrirse). Muy bien, te falta dinero, pues te mandamos más. Pero ¿cómo? sin cuenta de banco, por correo no lo vas a mandar... y entonces es cuando años de inmigración en tu país dan su fruto. Te acuerdas de una cosa en la que nunca te has fijado bien, que se llama Western Union. Mano bendita. Se te envía el dinero y se te da en efectivo, sin más complicaciones. te llega un código y con él puedes recoger ese dinero en cualquier parte del mundo. Tal cual. Genial. A ver si consigo que me llegue mañana. Por el momento, lo que he hecho es ir a cambiar unos eurillos que me quedaban a una oficina de cambio, y con eso iré tirando hasta que me llegue lo demás.

Ayer tuvimos también un ritual muy inglés que se ha convertido en uno de mis favoritos: el quiz. El proceso es el siguiente: vas al bar, te pides una pinta mientras lo preparan, te la acabas, te pides otra cuando empieza el quiz, te hacen las preguntas, a mitad de preguntas hay un descanso para ir a por otra pinta, fin de las preguntas (cuyas respuestas se han apuntado en un papel), otra pinta mientras se corrigen, se leen las respuestas más estúpidas, se cuentan los puntos, y si ganas (como fue nuestro caso), dos pintas más. Esto hace un total de 6 pintas, o lo que es lo mismo 3 litros y cuarto de cerveza. Yo no llevé ese ritmo, porque mis problemas monetarios me lo impidieron (una al principio y las dos del premio), pero mis compañeros de equipo Walter y Teo acabaron bastante perjudicados. Lo más divertido es el matiz imaginativo que se puede dar a una respuesta después de ingerir las cantidades de cerveza antes citadas.

Por lo demás, el día terminó normal. Hoy ha sido un día de relax. Os he contado antes mis objetivos para hoy (dormir hasta tarde, desayunar tranquilo, ir a la oficina de admisiones). lo que ha ocurrido en realidad es: la señora de la limpieza me ha hecho desalojar el cuarto a las 8 de la mañana (es impresionante la capacidad de insistencia: piensas que si no le abres la puerta se irá, pero no, continuaría llamando hasta el fin del mundo. Deberían ficharla para despertar a la gente en las convivencias de la Obra). Adiós a mi dormir hasta tarde. A partir de ahí me he desvelado, y me he puesto a escuchar música y a leer las infinitasmil instrucciones de las dos únicas asignaturas a las que he asistido por el momento. Cien páginas de instrucciones se resumen en: "Si por casualidad plagias algo, toda la ira del cielo caerá sobre tu cabeza y te condenarás eternamente". Luego, me dirijo hacia la oficina de admisiones pero me encuentro con Eva, Steve y Charlotte tomando café muy agradablemente a la orilla del canal ,y me he tenido que quedar con ellos hasta la hora de comer. Asi que fallo absoluto en el plan del día. Y hoy no me apetece salir, así que me quedaré en mi cuarto a beber té de menta y a ver SAW (V) que me he enganchado a la saga y os recomiendo que las veais.

Mañana tengo las dos clases que me faltan: introducción a la política y la temible "métodos matemáticos en estadística y economía". De hecho, mañana es cuando por fin voy a conocer a mis compañeros de Economía y políticas, ya que la clase de matemáticas es sólo para nosotros.

Hasta aquí llega la entrada de hoy. Buenas noches, y buena suerte. (O eso ya lo dijo alguien?)

La foto es de un barco que he visto hoy en el Támesis.
¡¡Quiero leer más!!
 

Descodificando a la Reina Mary Copyright © 2009 Bosco F. Alava